Mi cerebro no funciona así
No es un descubrimiento reciente, pero desde el cierre de 2022 y hasta ahora, se siente como una epifanía.
En mi búsqueda de pistas acerca de los eventos que retrato en una autoficción que estoy escribiendo, conecté sin querer las particularidades de mi experiencia personal con la frase «mi cerebro no funciona así».
La frase apareció en un podcast, «my brain doesn’t work that way». No recuerdo de qué trataba el podcast, pero la frase se quedó, pegada, como una obsesión. Un verdadero inception con ecos de una canción que suena de fondo desde hace décadas.
Donde quiero llegar, es al reconocimiento de que ese pasado imperfecto que intento recuperar y que se siente lleno de un vacío voluminoso, es una mancha que esconde una estructura y que sigue afectando al resto de las estructuras que se conectan con ella, aunque «no lo recuerde». No son traumas, son desconexiones emocionales.
Ese es mi secreto, la maldición que me convierte en súper villano (y todo esto es una teoría en desarrollo): mi cerebro me protege, quebrando la relación afectiva con los recuerdos en torno a personas que me hicieron daño; por eso los recuerdos que necesito no están disponibles, porque se enlazan emocionalmente con personas con las que sufrí un quiebre y posterior bloqueo emocional.
Por eso se me olvidaron la mayoría de las cosas que hice durante mi paso por la universidad, porque hice un quiebre emocional con la mayoría de las personas que habitaban esos recuerdos. Las memorias se diluyeron y ahora se sienten como una borrachera: cosas pasaron, recuerdos no quedaron.
Veo fotos de esa época y me acuerdo que estuve allí.
Yo sí viví esos eventos. Nomás que mi cerebro no funciona así, como el de ustedes, supongo, y sin la emoción (manchada de dolor) el recuerdo feliz también se nubla.
No quiero que eso me siga ocurriendo. Quiero acordarme de lo bueno y también de lo malo. No es que extrañe particularmente a alguna de las personas que me han causado algún daño, pero siento que me falta algo importante de la experiencia humana «normal». Y eso me ha apartado toda la vida de muchas personas, porque me apartan o porque me aparto.
Y ese mecanismo que bloquea los recuerdos no elimina el dolor emocional, que sigue allí, detrás del nubarrón, manchando todo lo demás.
Tal vez no debería escarbar tanto en recuerdos tan antiguos. Pero no voy a avanzar en una sanación verdadera, siendo cobarde con mi propia memoria pasteurizada.